7 de diciembre 1913

Esta mañana en el trabajo, sobre las 9 seria una mujer castaña y de ojos verdes se ha acercado a mi rincón de trabajo, una imagen poco habitual, no solo el hecho de que llevara una taza  de café consigo que luego me ofreció, sino el que una mujer tan esplendida estuviera en la oficina, acostumbrado a ver a los compañeros trajeados y no mas mujer que Rose, la secretaria del jefe; una mujer que rondará los 50 y que tal vez en su juventud era digna de envidiar pero ahora su belleza no era mas que una escultura tapada por la sabana de la edad.

La bella mujer se acerco y con una suave voz me comento que Adolf, mi sobrio amigo, le había comentado que estaba buscando a alguien que me pudiera refrescar mis conocimientos de francés, a lo que yo solo puede corresponder con un si, ella dejo el café sobre la mesa, y continuación se presento, se llamaba Adeline, vivía aquí ,en Ginebra ,pero toda su familia era originaria de la bretaña francesa, Trabajaba en recepción y quería dinero para hacer un viaje al sur de Italia, por lo que  al enterarse de que yo necesita algunos conocimientos de francés pensó que seria una buena forma de ganarse unos francos. Tras esta explicación en la que Adeline casi ni pestañeo me presenté proseguí explicándole que me parecía perfecto a lo que añadí que tampoco seria una gran cifra la que ella recibiría por sus clases puesto que yo, en humilde puesto en el periódico tampoco ganaba una fortuna, ante estas palabras puede percibir es su rostro un gesto de rechazo, a lo que yo respondí, con miedo de perder una oportunidad así, dándole mi dirección y mi horario, para así poder zanjar este trato.

Cogió el papel donde lo había apuntado lo miro sonrió me miro y se fue. No se si fue una sonrisa meramente cordial o una aceptación a mi oferta, ya lo averiguare.

terminada la jornada dirigiéndome  hacia casa, retorno ami la hermosa cara de Adeline a lo que mi corazón respondió con un recuerdo de Madeline, no debo olvidar a quien pertenece mi corazón, aunque si sigo sin recibir correspondencia de su parte empezare a pensar que ya soy parte de su recuerdo.